Bailando

El baile de la CULPA

Aquí estoy de nuevo y aún sin saber si estos textos verán la luz. Después de una semana rodeada de pañuelos, mocos, tos, dolor de cabeza, niñas, dibujos, lloros, risas, gritos, etc. y sentada delante de esta pantalla dispuesta a escribir, sólo me abordan pensamientos sobre mí. Me pregunto cómo estoy, cómo me encuentro y cómo están mis sentimientos.

Es un poco complicado. Me siento saturada por todos los acontecimientos de esta semana. Una semana intensa, recuperándome de un catarro y cuidando a dos niñas intensas con sus respectivos catarros. Entonces, pienso que es normal sentirme cansada, agobiada y que estoy deseando volver a mi rutina y tener tiempo para mí y para mis hábitos de autocuidado. Es curioso, pero muchas veces nos sentimos culpables cuando pensamos en nuestro bienestar y en estar un ratito solas. Viendo estos días las redes sociales, me he encontrado un montón de publicaciones que abordan precisamente este tema: la culpabilidad de dedicarse tiempo a una misma.

Es cierto que, desde hace unos años, me reservo ciertos momentos durante el día y alguno más extenso durante la semana, para dedicarme tiempo a trabajar en mi misma y a cuidarme. Hago cosas que me hacen sentir bien y que me aportan la calma que necesito para llevar de la mejor forma posible el día a día. Pero poniendo la atención en el tema he comprobado que, la gran mayoría de las veces, necesitamos justificar ese tiempo que nos dedicamos a nosotras. Necesitamos quedarnos tranquilas y explicar a los demás la necesidad de ese espacio. Es como si en ese espacio no se pudiera entrar sin causa justificada o más, bien, nos sentimos culpables por pensar en nosotras y no en los demás.

Precisamente, al final de esta semana intensa aquí en casa, me he sentido saturada, agobiada, enfadada, llena de ira… Y todo ese estado mental me ha llevado a la tan temida CULPABILIDAD. Me he sentido una mala persona por desear que mis hijas vuelvan al cole , me he sentido una basura por querer salir de estas cuatro paredes y pasarme un ratito paseando por el monte o yendo de compras… Me he sentido culpable por pensar en querer sentirme bien.

Estamos rodeados de una sociedad llena de jueces y opinólogos que, a la que te descuidas, te han hecho una ficha completa. Y en este caso, aún no está muy bien visto que las mamás o papás, pero mayormente las mamás, se dediquen un rato para ellas mismas o quieran estar solas. Parece que tener una familia a la que amas y quererte a tí misma es incompatible. De ahí, que aparezcan esos sentimientos de culpabilidad en base a los juicios que nos esperamos.

Y lo digo yo, que escribo estas líneas un sábado por la noche mientras todos duermen, con una cerveza en la mano y pensando en el baile que me voy a pegar el lunes por la mañana cuando todos se vayan al cole. ¿Malamadre? No lo niego, Pero qué queréis que os diga darlings: ¡a seguir bailando la vida!

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