El último baile
Bailando la Vida

El último baile

Cuando parece que ya has cogido el paso y te sabes la coreografía, se acaba el baile. Esta vez se acabó literalmente. Pero que no cunda el pánico. Se han terminado las clases de baile para descansar durante el verano, pero ¡seguimos bailando la vida!

«10 años de ilusión»

Esta semana, mis peques y yo, vivimos el décimo festival de la Escuela de Danza Camino López. Para la escuela era el décimo, para alguna el segundo y para otras el primero. Tuvimos la suerte de compartir una tarde llena de emociones con todos los miembros de esta gran familia a la que llamamos Escuela de Danza.

Los que me seguís desde hace tiempo, sabéis la importancia que tiene el baile en mi vida y todo lo que me hace sentir. Tanto, que bajo mis gafas, la vida es un baile o una verbena. En este caso, el baile era importante porque teníamos que demostrar ante un público, a veces exigente, cómo nos desenvolvíamos en el escenario. ¿Y sabéis una cosa? Que todo el mundo bailó, disfrutó y dio su mejor versión.

«Sólo importaba disfrutar, pasarlo bien y dar lo mejor»

No hubo fallos, ni despistes porque simplemente no hubo juicios. Sólo importaba disfrutar, pasarlo bien y esforzarse en dar lo mejor. Cada persona tiene su estilo y su forma particular de bailar, pero todos teníamos en común las mismas ganas de llenar el escenario de alegría. Desde pequeñas a mayores, a todas nos unían los nervios, la complicidad, los aplausos y las ganas por hacer de la tarde muestro momento de gloria.

A veces, al igual que en la vida, es necesario bailar para los demás y poder decir: estoy aquí, me he esforzado, he trabajado y así es como bailo. Dar un golpe de tacón en el escenario y decir: este es mi baile y lo bailo como quiero.

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