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La Reina del Trail

Una vez me dijeron que, al final, todo sale bien y si no sale, es que aún no es el final. A veces solo es necesario seguir intentándolo y probando para darte cuenta de que, aunque a veces las cosas salen mal, eres capaz de hacerlo.

De los últimos trails me había quedado un mal sabor de boca. Carreras enormemente complicadas que se hacían infernales, miedo de no poder continuar y la sensación de no poder avanzar. Estuve a punto de tirar la toalla, segura de que esto no era para mí. No sé cómo: si me dejé convencer; si algo dentro de mí me decía que tenía que seguir haciéndolo, pero me apunté a la Besande Trail.

Volvió la sensación de disfrute y sufrimiento pero sin rastro del miedo

La Besande Trail es la hermana pequeña de La Reina Trail y ambas discurren por los parajes preciosos de Besande en Boca de Huérgano, León. Este trail lo había corrido el año pasado y aunque para mí resultaba algo duro, las sensaciones habían sido buenas. Una zona bien señalizada donde la carrera discurre por caminos y pistas, sin posibilidad de perderse, poco técnica y unas vistas maravillosas. Aún así, llegué por la mañana con mucho miedo. El tiempo no acompañaba a primera hora de la mañana y temía que la niebla me volviera a llevar a las sensaciones de Truchillas. Empecé a agobiarme un poco, incluso la respiración se me entrecortaba por momentos. Es curioso como el cerebro tiene el poder revivir las mismas sensaciones físicas que si estuvieras experimentando realmente una situación.

Pues bien, poco a poco, el día empezó a levantar e incluso la temperatura empezaba a subir. Así que comencé la carrera desde el arco de salida, con más miedo que vergüenza. Según iba avanzando, volví a sentir esa sensación de : «Sí, esto es lo mío» y haciendo un esfuerzo por no pensar en cosas negativas, me deje llevar. Comencé a disfrutar a la vez que el cuerpo intentaba adaptarse al esfuerzo de las subidas infernales. Volvió esa sensación de disfrute y sufrimiento a partes iguales pero sin rastro del miedo.

«A veces la vida te dice: es por ahí»

Finalmente, llegué a meta mejorando el tiempo del año pasado y habiendo disfrutado de unos paisajes y unas vistas maravillosas. Es una tranquilidad para los corredores cuando sabes que todo está organizado perfectamente, el recorrido está muy bien marcado, encuentras gente de la organización a lo largo del recorrido y te tratan bien. Siempre dando ánimos y pendientes de si necesitas algo.

Ahora me doy cuenta de que no siempre las cosas salen bien o como teníamos planeado y lo más fácil sería tirar la toalla. Pero no hay que perder los ánimos y seguir en el camino porque, de vez en cuando, las cosas salen bien y es la vida diciéndote: es por ahí.

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